Cómo ayudar a tu mascota para la vuelta a la rutina, consejos para preparar su regreso a la normalidad

Al regreso de las vacaciones, sean en la época que sean, donde hemos podido disfrutar durante más tiempo de la compañía de nuestros compañer@s peludos, empieza la operación vuelta a la rutina. En esos días en los que hemos estado y compartido más tiempo juntos, también han servido para romper los hábitos de la vida cotidiana, y si a nosotros nos cuesta regresar a los hábitos diarios, a ellos también les supone un trastorno, que si no sabemos gestionar, en algún caso se pueden derivar en conductas indeseadas.
Ten en cuenta que a tu perro o gato le encanta pasar el mayor tiempo posible contigo y que ahora de golpe y porrazo verá como lo dejamos solo durante más tiempo del que le teníamos acostumbrado en vacaciones, o que los paseos son más cortos o los hemos cambiado de horario. Esa transición de hábitos puede resultar confusa y terminar por afectar a su bienestar emocional.
Por eso, en este artículo queremos compartir contigo una serie de recomendaciones y consejos prácticos que te ayudarán a preparar a tu compañero peludo para esta etapa de cambios. Nuestro objetivo es que la vuelta a la rutina sea progresiva, equilibrada y, sobre todo, positiva, tanto para ti como para él.
- Cómo ayudar a tu mascota para la vuelta a la rutina, consejos para preparar su regreso a la normalidad
- ¿Por qué la vuelta a la rutina afecta tanto a nuestras mascotas?
- Cambios de horarios y tiempo de compañía
- Ansiedad por separación y aburrimiento
- Señales de que tu perro o gato necesita ayuda en la adaptación
- Consejos prácticos para una vuelta a la rutina suave
- Claves para una buena relación emocional
- Cómo la tecnología puede ayudarte en este proceso
- Preguntas frecuentes
- Vuelta a la rutina de forma positiva
- Nuestro blog
¿Por qué la vuelta a la rutina afecta tanto a nuestras mascotas?
Cuando finalizamos las vacaciones, nuestros perros y gatos experimentan un cambio brusco: cambio de horarios, menos compañía y bajan los estímulos y motivaciones. Esa transición no es solo un “ajuste externo”: impacta emocionalmente, porque muchos se acostumbran al exceso de atención, paseos frecuentes, cambios de ambiente o la simple presencia constante de quienes viven con ellos.
Al volver a la rutina habitual, se encuentran con que ya no disponen de esos paseos prolongados, juegos espontáneos o espacios abiertos, lo que puede provocar ansiedad, inseguridad o incluso frustración. Además, los cambios en horarios de comida, descanso y atención suelen desorientarlos, pues los animales funcionan mejor con hábitos diarios.
En ese contexto, hemos notado que algunos perros o gatos reaccionan con síntomas como mayor inquietud, ladridos o maullidos excesivos, cambios en el apetito o alteraciones en sus hábitos de sueño o eliminación. Estos comportamientos son señales de que la mascota está teniendo dificultades para adaptarse y volver a la rutina diaria.
Cambios de horarios y tiempo de compañía
Durante las vacaciones, al igual que nosotros, nuestras mascotas suelen disfrutar de horarios más flexibles: nos levantamos más tarde, salimos más veces, estamos más tiempo en casa, pasamos más tiempo con ellas. Cuando retomamos la rutina, esas ventajas desaparecen. Menos tiempo juntos, menos paseos, menos estímulos. Ese contraste puede provocar que el animal se sienta desorientado por la falta de previsibilidad y la incertidumbre que esto le crea.
Si además de esto nuestra mascota ya mostraba sensibilidad a los cambios, o había antecedentes de ansiedad por separación, la vuelta a horarios más rígidos o jornadas más largas sin compañía pueden acentuar el malestar. Volver repentinamente a largas ausencias sin preparación, es uno de los factores que más ansiedad le ocasiona.
Ansiedad por separación y aburrimiento
Cuando dejamos de estar presentes tan frecuentemente, la mascota puede interpretar esas ausencias como abandono o inseguridad. Esa ansiedad anticipatoria se manifiesta en agitación, ladridos o maullidos, destrucción de objetos, comportamientos de escape o asimiento.
Por otra parte, muchas mascotas se aburren cuando disminuyen los estímulos: menos paseos, menos juegos, menos contacto humano. Esa reducción de actividad no solo las aburre, sino que también aumenta su nivel de energía acumulada, lo que puede derivar en comportamientos problemáticos justo cuando nosotros no estamos con ellas.
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Señales de que tu perro o gato necesita ayuda en la adaptación
La vuelta a la rutina no siempre es sencilla para nuestros animales de compañía. Aunque algunos se ajustan rápidamente a los nuevos horarios, otros muestran conductas que indican que están teniendo dificultades para adaptarse. Identificar estas señales a tiempo nos permite actuar antes de que la ansiedad o el estrés se conviertan en un problema más serio.
Comportamiento más demandante
Una de las primeras manifestaciones que nos van a indicar que algo no va bien, es cuando la mascota se vuelve más demandante. El perro o el gato empieza a reclamar atención de manera insistente: sigue a la persona por toda la casa, no se separa cuando nos sentamos o busca constantemente contacto físico. Esa necesidad excesiva de compañía es un signo de inseguridad y de que aún no ha asumido la nueva dinámica de hábitos y costumbres. En algunos casos, también pueden aparecer de forma excesiva los ladridos o maullidos, que buscan llamar nuestra atención.
Estrés, inquietud o tristeza
El estrés derivado de los cambios de horarios o de las ausencias prolongadas, se refleja en conductas como hiperactividad, movimientos repetitivos, jadeo constante en perros o buscar escondites en los gatos. También podemos observar señales de tristeza: menor interés en jugar, apatía o falta de motivación para interactuar con su entorno. En situaciones más graves, incluso pueden aparecer comportamientos destructivos, como morder muebles o arañar puertas, que responden a la frustración acumulada.
Cambios en hábitos de alimentación o sueño
Otra de las señales que podemos observar de que la vuelta a la rutina no está siendo bien asimilada, son las alteraciones en la alimentación y el descanso. Algunos animales pierden el apetito y comen menos de lo habitual, mientras que otros muestran lo contrario, comen con ansiedad o buscan alimento fuera de sus horarios normales. También es común que los patrones de sueño se modifiquen, duermen demasiado durante el día por aburrimiento o, al contrario, descansan poco porque están más inquietos de lo normal. Estos cambios sostenidos durante un tiempo son indicadores de que la adaptación requiere apoyo adicional.
Consejos prácticos para una vuelta a la rutina suave
La mejor forma que tenemos de ayudar a nuestros perros y gatos en la vuelta a la rutina es preparar el cambio de manera progresiva. No se trata de cambiar sus hábitos de un día para otro, sino de introducir poco a poco las costumbres que tenía antes del periodo vacacional, para que de esta forma se adapte de nuevo de forma estable y segura. Con las medidas sencillas que te proponemos en el siguiente listado podrás reducir la ansiedad, evitar conductas problemáticas y facilitarle una transición positiva y sin alteraciones.
Ajusta los horarios de manera progresiva
Durante las vacaciones solemos cambiar nuestros hábitos, comer más tarde, dormir a deshoras y pasear en momentos distintos. Para ellos, esos cambios se convierten en costumbre. Lo recomendable es comenzar a modificar poco a poco los horarios de comidas, paseos y descanso, acercándolos progresivamente a los que tendremos durante la rutina laboral o escolar. De este modo, cuando llegue el momento del cambio definitivo, nuestro compañero ya estará habituada.
Simula ausencias para fomentar la seguridad
Uno de los aspectos que más afecta a nuestras mascotas es volver a quedarse solos. Por eso, si durante las vacaciones no lo hemos dejado solo durante periodos de tiempo largos, conviene practicar ausencias cortas antes de la vuelta al trabajo: salir de casa durante unos minutos y regresa de forma tranquila sin realizar ninguna interacción con el animal, luego aumenta gradualmente el tiempo de ausencia. Así evitamos que asocien la soledad con algo negativo y desarrollen ansiedad por separación.
Acondiciona su entorno para evitar el aburrimiento
Estimular a nuestro compañero en casa durante nuestra ausencia es clave para reducir el aburrimiento. Podemos dejar juguetes interactivos, mordedores, alfombras olfativas o dispensadores de comida que les mantengan ocupados en nuestra ausencia. Este tipo de actividades no solo entretienen, sino que también ayudan a liberar energía y a tener su mente ocupada. Si creas un espacio cómodo, seguro y entretenido estarás mejorando su bienestar.
Refuerza el ejercicio físico y mental
El regreso a la rutina suele implicar menos tiempo para salir a pasear o jugar con nuestros peludos, pero mantener a tu perro o gato activo es fundamental. Los paseos de calidad, donde puedan explorar y gastar energía, junto con juegos de búsqueda, entrenamiento con premios o ejercicios de olfato, ayudan a mantener el equilibrio emocional y físico. Un animal que realiza su actividad física óptima y realice ejercicios que le reten mentalmente, es un animal equilibrado, por lo que podrá afrontar mejor los momentos de soledad.
Recupera rutinas de higiene y cuidado
El periodo vacacional suele traer cambios también en rutinas básicas, como baños, cepillado o revisiones de salud. Retomar estos cuidados refuerza la estabilidad de la mascota, pues le permite recuperar hábitos conocidos y mantener su bienestar físico. Además, estos momentos se convierten en tiempo de calidad compartido, lo que ayuda a reforzar el vínculo entre nosotros.
Claves para una buena relación emocional
Además de las medidas que te hemos explicado anteriormente, también tendremos que velar por la parte emocional. Nuestros perros y gatos son capaces de notar nuestro estado de ánimo, y cualquier cambio de actitud por nuestra parte, puede reforzar conductas no deseadas. Por eso, es fundamental actuar con equilibrio: ofrecer cariño, seguridad y tiempo de calidad sin caer en actitudes que alimenten la ansiedad.
Cuidado con los mimos al regresar a casa
Un error que cometemos sin darnos cuenta de las consecuencias, es recibir a la mascota con una sobrecarga de atenciones al llegar del trabajo. Aunque pueda parecer una muestra de cariño, esta excitación que le generamos la puede llegar a condicionar con nuestra ausencia, aumentando la ansiedad por separación. Lo recomendable es una entrada a la casa o al lugar donde este nuestra mascota, lo más relajada posible, como si no nos hubiéramos ausentado de casa en todo el día, una vez veamos que está calmado podremos interactuar con la mascota y hacerla jugar o lo que creas conveniente.
Paseos de calidad frente a cantidad
Si no disponemos de mucho tiempo para paseos con nuestro amigo, es mejor que concentremos el tiempo en paseos donde el perro pueda olfatear, socializarse con otros perros y dejar que tenga los suficientes estímulos como para poner a trabajar su cabeza. Recordar que un perro con su ejercicio físico como mental optimo, es un perro emocionalmente equilibrado.
Actividades mentales que estimulen a tu mascota
La estimulación cognitiva es tan importante como el ejercicio físico. Juegos de olfato, entrenamiento con refuerzo positivo, aprender nuevos trucos o interactuar con juguetes inteligentes ayudan a mantener su mente activa y a prevenir el aburrimiento. Este tipo de actividades generan satisfacción, fomentan la autonomía y fortalecen el vínculo con la familia. En resumen, tu perro está esperando a que le hagas «trabajar».
Cómo la tecnología puede ayudarte en este proceso
Actualmente disponemos de gran variedad de herramientas que nos pueden ayudar en la adaptación a la rutina de nuestras mascotas e incluso vigilarlas en tiempo real y ver si su comportamiento está siendo el adecuado o si por el contrario sufre más de lo normal en nuestras ausencias.
Juguetes interactivos y dispensadores de comida
Puedes encontrar dispositivos que liberan comida o premios a medida que el perro o gato interactúa con ellos, algo que les mantiene ocupados durante mucho tiempo, y sobretodo les mantiene la mente ocupada en como sacar la comida de dentro. De ésta manera canalizaremos su energía de manera positiva y creativa.
Localizadores GPS de mascotas para mayor tranquilidad
Otra de las herramientas que puedes utilizar son los collares o dispositivos GPS para mascotas. Gracias a ellos podemos saber en todo momento dónde se encuentra nuestro perro o gato, algo especialmente útil si tienen acceso al exterior o tienden a escaparse en situaciones de nerviosismo. Además de aportarnos seguridad, este tipo de tecnología nos permite actuar con rapidez en caso de pérdida.
Cámaras de vigilancia
Si quieres saber lo que está haciendo tu mascota en tiempo real, lo mejor es una cámara, que te va ha permitir observar todo lo que hace. Eso si, siempre que esté en la habitación donde se encuentra la cámara. Algunos modelos te permiten comunicarte con la mascota mediante una aplicación en tu móvil, podrás hablarle, ver si está ladrando o haciendo alguna de las suyas y regañarle o simplemente confortarle.
Preguntas frecuentes
¿Por qué mi perro parece triste tras las vacaciones?
Es fácil que después de un tiempo en el que ha recibido más atención y mimos de lo normal, al volver a la vida cotidiana experimente un contraste entre la atención que ha recibido durante las vacaciones y la recibida cuando volvemos a la rutina. Poco a poco volverá a su normalidad pero para ayudarle podemos hacer que este paso sea gradual, y los primeros días de vida rutinaria dedicarle un poquito más de tiempo.
¿Los gatos también sufren al quedarse solos?
Si, aunque son más independientes que los perros, también pueden verse afectados por un cambio brusco en su rutina. Para evitar que pueda tener comportamientos no deseados, dedícale un poco de tiempo para ir normalizando la nuesva situación de forma paulatina.
¿Cómo diferenciar aburrimiento de ansiedad?
El aburrimiento de la ansiedad se diferencian básicamente porque las conductas de esta última son más acusadas e incluso pueden llegar a la destrucción de objetos, ladrar de forma insistente, mostrar nerviosismo al ver que vamos a salir de casa etc. El aburrimiento lo podemos solucionar realizando un poco más de actividad con nuestro compañero o estimularlo con juguetes nuevos. Si no te ves capaz de reconocer la diferencia entre el aburrimiento y la ansiedad, mi consejo es que intentes buscar ayuda de un profesional.
Vuelta a la rutina de forma positiva
La vuelta a la rutina no tiene por qué convertirse en un momento difícil para nuestras mascotas. Si actuamos con previsión, introducimos los cambios de manera progresiva y prestamos atención tanto a sus necesidades físicas como emocionales, conseguiremos que esta transición sea mucho más llevadera.
Recordemos que nuestros perros y gatos dependen de la estabilidad que les ofrecemos: horarios claros, actividades enriquecedoras y una relación equilibrada entre cariño y autonomía. Al incorporar pequeñas acciones en el día a día —desde paseos de calidad hasta juegos de estimulación mental o el uso de tecnología como localizadores GPS— les ayudamos a sentirse seguros y acompañados incluso en nuestra ausencia.
En definitiva, la clave está en ver la vuelta a la rutina como una oportunidad para reforzar nuestro vínculo con nuestra mascota, mejorar sus hábitos y garantizar su bienestar. Así, tanto ellos como nosotros podremos retomar el día a día con más calma, confianza y armonía.